EL BANCO
Ya tengo cuenta ganesa pero no os
creáis que no me ha costado. La chica, amabilísima, estuvo varias horas con una
sonrisa de oreja a oreja el primer día hasta que consiguió hacer todos los
pasos para decirme que esperara dos semanas para poder recibir la tarjeta y el
número de cuenta.
Cuando volví el día que me dijo no
debió de apetecer ayudarme y haciéndose la sueca, me dijo que volviera el
miércoles, a partir de las 8:30 cuando quisiera. Cuando volví a las clases, una
de mis asistentes me preguntó y cuando escuchó la historia me dijo que no
esperara hasta el miércoles. Me había dicho ese día porque era festivo e iba a
estar cerrado. Volví antes del miércoles y cuando me vio entrar, sonrió y puso
cara de niña a la que acaban de pillar haciendo una travesura y sabe que no le
van a regañar.
Otra cosa que me llamó mucho la
atención del banco fue el primer día, cuando sentada en la mesa de esta chica,
vi como una chica al lado estaba rellenando una hoja para informar que se había
cambiado de domicilio. Hasta ahí, todo bien. Lo más gracioso es que esa hoja
tiene un apartado en el que tienes que hacer un mapa para situar el domicilio
nuevo y abajo te dejan unas líneas para que les expliques como llegar a tu
buzón.
INSTALACIONES
Dentro de la Universidad hay de todo: varios
mercados, farmacias, bancos, bares, restaurantes, pistas de fútbol, voleybol,
baloncesto, gimnasio, piscina y todo rodeado de verde. Quiero apuntarme a hacer
algo de deporte pero no me hace mucha gracia ir con los estudiantes. A ver si
esta semana puedo ver qué actividades y horarios tienen.
Los recursos en la Universidad no son
abundantes pero las asistentes hacen lo imposible para que la clase tenga de
todo y pueda dar la clase lo más cómoda posible. El otro día no pude utilizar
el proyector en una clase porque no encontramos el mando pero un profesor me
enseñó un palo que había detrás de la pizarra para darle al botón de encendido
en las alturas. A veces nos empeñamos en usar tecnología cuando el recurso está
delante de nuestros ojos.
ALUMNOS
Son un amor. Respetan, escuchan y
están muy entusiasmados con el aprendizaje de un idioma. Cuando caminas por el
campus, muchos estudiantes te saludan, aunque no te conozcan y hacen que
parezca que estás en casa.
El otro día preguntando en clase me
llamó la atención que la mayoría de los estudiantes se levantan entre las 4-5
de la mañana para poder llegar a la primera clase de las 7:30 y vienen sin
desayunar. Que lleguen a las últimas horas de clase despiertos casi es un
milagro.
Una peluquería. No sabía que quemaban las trenzas...
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