lunes, 8 de diciembre de 2008

¡Hola de nuevo!

Aquí os dejo más cosas pendientes que quería contaros sobre la cultura y la gente, cosas que me van contando, que voy descubriendo por mí misma o que ellas solitas se descubren. Los temas no siguen ningún orden particular, así que podéis ir saltando si algún tema no os apetece o leer cada día un apartado porque no están relacionados:

Dinero:

- Es muy difícil que alguien tenga cambio. Es casi imposible cambiar o pagar con un billete de 5000 tengues (treinta euros). En ninguna tienda tienen billetes de más de 2000 tengues y a no ser que vaya a El Corte Inglés (Ramstore) y compre cualquier tontería (al ser algo así como Hipercor y ser cajas no te ponen pegas) o vaya al ciber donde voy a Internet que están haciendo un buen negocio desde que abrieron… me puedo quedar con el billete de 5000 toda la semana.

- Lo mismo pasa, creo que ya lo había comentado, en los bares, que cuando no tienen cambio te devuelven tu dinero en chicles. Si se portan bien, te dan hasta de la marca “orbit”.

- Las tiendas tampoco es habitual que tengan para pagar con tarjeta, así que siempre hay que llevar dinero encima y a ser posible en billetes muy pequeños. Creo que ya os lo dije pero aquí hay monedas de: 1, 5, 10, 20, 50, 100 tengues; y billetes de: 200, 500, 1000, 2000, 5000 y ahora mismo no sé si hay más grandes porque yo no los he visto pero digo yo que como mínimo de 10000 habrá sino las carteras aquí (y los bolsillos de los pantalones) tendrán que ser de un tamaño especial; aunque pensándolo bien, la gente no suele llevar mucho dinero encima. Es importante saber que no hay billetes de 100 tengues y si los hay… ¡¡son del Monopoli kazajo!! Los billetes la verdad es que son muy bonitos, con colores rojos, azules y dorados. Son de cursis por aquí que no veas; les encanta el dorado, los broches, medallones, floripondios, perlas, etc. :)

- El otro día en una cafetería, al salir a la calle después de pagar, la camarera nos dijo que no habíamos pagado. Habíamos pagado pero al parecer no lo suficiente. Otra camarera se puso a hacer cuentas otra vez y añadió unos 650 tengues que todavía no sabemos de dónde. Pagamos, pues la cafetería es Madlen, una cafetería muy de moda que se las da de ser lo más parecido que tienen aquí a una cafetería occidental y son de lo más formal, limpio y decente que hay en la ciudad, pero todavía hoy nos queda la duda de que o bien se confundieron o bien nos la pegaron bien porque bien, 600 tengues (600 pesetas) no es mucho pero siempre hay que mirar dónde estamos y para Kazajstán… es demasiado. Ana, la chica de Almaty, ya me lo había advertido: aquí te timan por todos los lados, hacen la cuenta como quieres y como para decirles algo si no entiendes ni siquiera lo que están diciendo. Yo la verdad es que de momento no he tenido ningún caso así claro de timo, sí de intento de corrupción (recordad el guardia en la residencia con mis amigos de Almaty), y lo que más o menos intento hacer es ir probando tiendas, productos y voy viendo dónde están más baratos y dónde la gente es más receptiva a los turistas.

Trabajos de los kazajos:

Hay cosas que ahora llaman la atención pero que seguro que en España hace unos cuantos años seguro que era lo mismo: dudo que hayáis olvidado a la mujer que todos los días se sienta en la acera con un peso en el suelo por si alguien tiene interés en saber cuánto pesa, cosa que yo no dudo en hacer porque tengo curiosidad por saber cuánto he engordado. Pero las nuevas profesiones que he visto estas semanas son dignas de aparecer en el blog:

- La mujer que mayor que llega con un coche y grita a todo pulmón “Kuri, kuri” (kuritcha es pollo) para que la gente se acerque y compre uno de los no sé cuántos pollos muertos que tiene en un maletero abierto de par en par y sin ningún tipo de nevera o caja para conservarlos.

- La mujer que vende pescado en medio de la calle (ver foto de entradas anteriores) sin ningún tipo de hielo o también el hombre que con un coche, igual que la mujer de los pollos, grita sin importar la hora que sea “riva, riva” (lo que significa pescado, palabra parecido a río en inglés, algo curioso). Él, todo chulo con su maletero, ofrece el pescado como si fueran patatas. No me gustaría entrar en ese coche ni por asomo, y eso que yo de pequeña soñaba con ser pescatera…

- La mujer que va de casa en casa y que por 200 tengues el kilo te recoge tu ropa sucia y te la deja como nueva. Yo de momento me estoy apañando con mi palangana, ahora que ya la calefacción funciona a todo pulmón, la ropa se me seca de un día para otro y ya he ido lavando algún que otro jersey. El problema puede estar con las toallas, por ejemplo, pero como en el Ritz donde vivo ya venía una toalla de regalo, cuando lavo una utilizo la otra y viceversa.

Estar aquí, aun habiendo muchas cosas como en España, me está sirviendo para vivir con lo estrictamente necesario y darme cuenta de que se puede vivir con lo mínimo y sobre todo valorar cosas que nunca había hecho: el agua caliente, un calentador, la calefacción, una cámara de fotos para retratar la vida y sobre todo las ganas de hacerlo.

Gente y amigos:

Creo que ya os he dicho que tengo siempre mucha gente alrededor. Están mis amigos los voluntarios de EEUU (Joseph, Brit y Vicente). Hay un chico más en la ciudad, Zach, pero apenas tengo contacto con él. Luego tengo a mi amigo Kairat, kajazo, y a mi amiga Alona, la chica rusa hija de la dueña del restaurante que me da de comer. Tengo a mis alumnas de algunos cursos que de vez en cuando me dicen de salir con ellas. Tengo a los dueños del ciber, una pareja joven súper maja que me ayudan siempre que voy y lo necesito y el otro día me invitaron a cenar. Tengo a uno de los hermanos del chico, que también es muy majo y que quiere quedar para practicar el inglés pero que todavía no he tenido tiempo. Tengo a gente en la iglesia que siempre me dicen de ir siempre que quiera a jugar con ellos al ping pong pero que no he podido todavía. Tengo a las compas del trabajo, que si todavía no he salido con ellas, la verdad es que son de mi edad y que menos las que están ya casadas y con hijos, me han dicho alguna vez de quedar sólo que yo o bien ya tenía planes o bien estaba tan cansada que me he quedado en casa (recordad que trabajo hasta los sábados!!!!). Gente mayor también tengo alrededor que me cuida como si fuera parte de la familia: mi profe de ruso y toda su familia que después de mi hora de clase me hacen sentarme con ellos a comer y tomar té, mis compas de trabajo Lili y Valerie y la dueña del restaurante (Olga).

El otro día, después de ir a Correos a por el paquete de Virtu, me acerqué a la agencia de viajes que le ha hecho la carta de invitación a Benya para preguntarles sobre vuelos a Astana (este finde teníamos un día más por ser el lunes fiesta, sólo que luego me he quedado en casica) y ya al entrar me saludaron súper majas y la verdad es que me trataron muy bien. La verdulera a la que siempre voy, la misma que Vicente, creo que la semana pasada me echó la bronca por no haber ido a comprar la semana anterior porque entendí algo como “dónde….” “esta semana” “no aquí”… así que o bien me estaba echando la bronca a mí o a Vicente. Me dio rabia no poder decirle que no había venido porque la semana anterior me había convencido tan bien que compré fruta y verdura para un regimiento y no me hizo falta volver a la semana siguiente, así que me fui a casa con la bronca a las espaldas :) Nada, me lo dijo todo con la misma sonrisa de oreja a oreja que me pone cuando entro :) En el sitio donde recargo los móviles (dónde el guardia de seguridad sabía lo que era un matador) ya me reciben con un “hola, ¿qué tal?” que les enseñé la última vez que estuve y cada vez me piden más palabras y luego me las enseñan a mí en ruso. Un placer, niños, un placer. Es toda una ventaja que el turismo no esté explotado.

También hay una tienda de películas en el centro comercial, donde compré Amélie para Alona con la ayuda del jefe, donde ya me tratan como si fuera una cliente habitual. El otro día fui a comprarle una película a Vicente porque era su cumple y era lo único que se me ocurría que le podía hacer gracia y no costarme mucho trabajo; sólo tenía que buscar alguna europea extraña porque con las de EEUU corría el riesgo de que ya las hubiera visto. Una trabajadora me estuvo ayudando a buscar las poquitas europeas que tenían; con mi poquito vocabulario y su sonrisa cargada de paciencia hasta conseguí recomendarle alguna que otra. Al final le compré “La vida secreta de las palabras”, de la Coixet, que como está en inglés la puede ver. El caso es que Vicente sabe un poco de español pero la otra posibilidad que tenía era “Volver” de Almodóvar y supuse que ya la habría visto, aparte de que no es una de mis recomendadas. Aun así, me la compré para mí, que estaba en ruso, además de Amélie otra vez, la última que quedaba, pero esta vez para mí y en ruso, aunque dudo que tarde mucho en regalársela a alguien :). Cuando ya salía el dueño me preguntó de dónde era y acabamos hablando un rato en español, ya que él había estado cerca de Barcelona dos años trabajando y luego seis meses en Lisboa. Los que son las cosas, cuando menos te lo esperas te sorprenden.

Algo que me parece increíble es lo que se llama “coach surfing”. Creo que ya os he explicado que es pero por si acaso: se trata de buscar por Internet (de ahí lo de “surfing”, pues los ingleses surfean por la Red, no navegan, como nosotros) un sofá (coach) para pasar la noche. Vicente está metido en la especie de organización (gratuito) y están pasando por su sofá personas muy interesantes y de todos los puntos del mundo. Hace unas semanas conocimos a un chico de EEUU que llevaba ya unos años viviendo en Uzbekistán y ahora iba de camino a Rusia; después vino un chico alemán, otro chico canadiense y las últimas han sido dos chicas, una inglesa y otra chica de EEUU que andaban viajando por Asia central.

Idiomas:

Bueno, no hace falta que os diga que ya después de la segunda semana de estar aquí conseguía diferenciar el ruso del kazajo :) Llevo dos semanas con clases de ruso que si bien son un poco caóticas porque, aparte de que el ruso es muy difícil, los profesores aquí no suelen llevar el orden que deberían llevar a la hora de enseñar ruso a un extranjero, algo muy diferente de cuando se enseña a un nativo. Aun así, como voy con dos profesoras, lo que una no me explica me lo explica la otra y luego en casa es donde hago casi todo el trabajo, cosa que ya me habían advertido. El ruso es así, una lengua súper difícil que ni aunque estuviera aquí los tres años conseguiría hablarlo decentemente así que intento tomármelo con bastante paciencia pero ya he dado algún que otro paso considerable: sé pedir en los restaurantes, los números ya los voy controlando y cuando voy por la calle y me cruzo con gente entiendo las palabras sueltas que me da tiempo a oír (ya sabéis que ando rapidica), cosa que al principio nada de nada.

El kazajo me parece un idioma la verdad que muy bonito, sobre todo en las canciones; se parece al turco y a la hora de vocabulario, la verdad es que muchas veces me resulta más fácil que el ruso. Tiene sonidos muy duros para nuestras cuerdas vocales pero a veces me resulta parecido al árabe y eso está bien. Ahora, cuando estuvo aquí Nacho (un saludo si me estás leyendo) nos lo pasamos pipa imitándolo porque la verdad que todo, a nuestros oídos, suena como “barbarbarbarbar” y ya, cada vez que nos llamamos o mandamos algún mensaje, nos saludamos con un “balambambamban balambambú”.

El otro día, en clase con el grupo de principiantes kazajo, uno de los dos únicos chicos que tengo fue muy gracioso porque al yo imitar de una forma muy cariñosa el kazajo (no olvidemos que todos los días me enseñan alguna palabra y les encanta oirme pronunciarla), se puso a imitar el español, tal como lo oyen ellos y me meé de la risa: todas las palabras que se inventaba las acababa en “o”, pues dice que a ellos todo les parece que en español acaba en “o”. Fue un intercambio de oído musical muy interesante y sobre todo divertido. Alguna vez me ha llamado alguien al móvil en español y como es tan caro he hablado súper rápido (más de lo que yo hablo) y las caras de estupefacción que han puesto han sido todo un cuadro.

Algo que me gusta y que siempre me ocurre es que se me pegan las coletillas o los sonidos que cada cultura hace. Recuerdo que todavía digo “aua” cuando me hago daño, que es lo que dicen los alemanes. Ahora ya sin querer respondo con un “au”, cuando alguien me llama (sonido kazajo) o cuando algo no está bien y alguien te lo está contando hago el mismo sonido que hacemos nosotros también sólo que aquí es sólo cuando alguien te está contando algo.

He soñado ya varias veces en inglés y muchas veces me sorprendo de mí misma cuando hablo y sin querer pongo el acento de Brit o de Joseph aunque aún con mi toque español.

Integración cultural:

Mis amigos americanos me preguntan que si echo de menos algún alimento, especie, plato típico o cosas en general, si alguien me va a mandar esto o lo otro por correo y yo la verdad es que siempre que he estado fuera he intentado ver el hecho de echar de menos algo de casa como una manera positiva para aprovechar y conocer las cosas nuevas que ofrece el sitio nuevo donde estoy. Ahora si recibo visita quería que trajeran cosas sobre todo de comida, pero no para mí, ni mucho menos, sino para la gente que me está ayudando tanto porque creo que es lo único que les puede gustar, ya que un objeto aparte de que pesa mucho no dice mucho de una cultura si no se ha estado allí. Aquí los productos españoles son muy caros: el jamón serrano, el turrón, el aceite, el chocolate, etc. y sólo se venden en Ramstore, pero a precio de oro.

Algo que también me está ocurriendo, ahora con la cultura, es que ya las cosas no me parecen tan diferentes y si no me obligo, por ejemplo, ya no saco la cámara, pues las calles se repiten, las caras ya no son desconocidas y mi día a día ya está lleno de actividades que se repiten con un cierto gusto a monotonía recién llegada.

Si ya hago algo con bastante normalidad es no asustarme cuando me dicen que el rapto de chicas jóvenes para pedirles matrimonio es una tradición y nada ofensivo para la mujer. El otro día, cuando cené con la pareja dueña del ciber, me estuvieron comentando que tienen pensado casarse el año que viene. Llevan dos años juntos y son una pareja formal eso sí, los dos viven en Shymkent, pero ella sola y él con su familia. Me explicaron que cuando el matrimonio es consentido por ambas parte, como es su caso, el rapto de la chica queda como una tradición más, antigua pero romántica. Yo me alegré por ellos y por la alegría que tienen en celebrarlo así. Si ella es raptada, la familia no tiene que pagar, o no tanto, a la familia de la chica, así que para ellos y para la familia de él, el rapto resulta ser, además de algo bonito, una ventaja.

Correos:

Cuando estuvo Luís, uno de los voluntarios de Peace Corps, una semana en Shymkent antes de irse ya de vuelta a casa, aprovechó para mandar regalos por Correos, pues antes de ir a Tejas iba a pasar un par de semanas en Tailandia y no quería cargar con todo el follón de paquetes. Bien, pues yo creo que aún a día de hoy se arrepiente de haber mandado los regalos y no haberlos llevado él mismo en la mano pues estuvo toda la semana yendo a la Oficina de Correos para conseguir mandarlo todo. Resulta que para mandar algo no sirve con meter las cosas en una de las cajas que vende la Oficina, sino que hay que meter los regalos en una especie de saco de tela que luego hay que coses a mano y colocar un sello de cera al más puro estilo de depilación pringosa y artesanal. Al final consiguió que un sastre le hiciera el saco dichoso pero no sin antes haber tenido que ir más de una vez y darse la vuelta al no ser ese el saco que querían. Contó también que le hicieron a él coser el saco una vez la mujer había pesado previamente regalo a regalo y apuntado el peso, en lugar de pesar la caja con todo y luego descontar lo que pesa la caja vacía, por ejemplo.. Después de haber estado cosiendo durante un rato, la mujer le dijo que así no se había y se puso ella otra vez a coser el saco.

Cuento todo esto porque el otro día, cuando fui a Correos a por mi turrón pude ver con mis propios ojos cómo son los dichosos sacos y cómo después de toco cogen una espátula, la meten en una máquina igualita a la que se utiliza para depilar con cera caliente y le plantan un pegote de cera a uno de los papeles donde va la dirección para luego marcar un sello de hierro que sujeta la cuerda que sobra al terminar de cosas la obertura del saco. Todo un numerito que no hay que perderse. Cuando estaba haciendo cola, voy y me digo: Jolín, aquí huele a esteticien… :)

Sexualidad:

Este es un tema que no quiero tocar mucho pero creo que esto merece ser dicha:

El otro día me dijeron que en Shymkent hay una discoteca de ambiente y que por lo visto hay gente que va y no hay problemas. Supongo que el tema no es algo aceptado pero de vez en cuando te encuentras con cosas así que te hacen pensar que los cambios llegan, aunque no se quiera.


Hospital:


Mis problemas de salud parece que ya se han solucionado y vuelvo a ser una persona normal espero que con la mínima cantidad de hierro necesario para poder levantarme de la cama cuando suena el despertador y no dormirme esperando el turno en la carnicería :)

Quiero hablar del hospital porque hay dos cosas que tengo pendiente de contaros y muy importantes que hacen que evite los hospitales aunque me esté pasando algo grave, que espero que no:

1. En el 2006 hubo un brote de SIDA en el hospital de Shymkent en el que muchos niños se infectaron de SIDA (unos 120) al utilizar las mismas agujas al hacerles transfusiones de sangre. La notícia la verdad es que no se dio a conocer ni en la propia ciudad así que como para que saliera a la luz a nivel internacional. Después de que me lo contara Vicente me puse a buscar información en Internet y en español no encontré nada, sólo en inglés. Vicente dice que no se ha investigado mucho sobre el caso pero que lo que han hecho ha sido dar dinero para construir otro centro clínico y arreglar la fachada del antiguo, como para callar rumores.

Este es un enlace a la noticia (en ingles):

http://www.theglobalfund.org/programs/newssummary/?newsid=7&countryid=KGZ&lang=EN

2. Brit trabaja en una ONG que trabaja con los derechos laborales y de la mujer y suelen dan cursos de formación en zonas rurales o a las afueras de Shymkent. Me contó ayer, cuando estábamos en el orfanato, que hace poco fueron a una zona a hablar sobre el SIDA y me dejó sin palabras el hecho de que en la sala había un médico que no tenía ni idea de qué se trataba dicha enfermedad… SIN PALABRAS. Éste mismo también comentó que no veía la necesidad de formar a los jóvenes en prevención contra el SIDA pues los jóvenes no mantienen relaciones sexuales hasta antes del matrimonio. SIN COMENTARIOS. Me quedé un poco más tranquila cuando Brit me dijo que consiguieron que al final de la charla, este hombre, y supongo que algunas personas más, cambiaran de opinión acerca de la enfermedad y la realidad de su país.

Kazajstán es un país que se encuentra muy afectado por el SIDA y la falta de información o interés por recibirla es un claro ejemplo de lo que está ocurriendo.

Shymkent y el país:

Como ya os he dicho cada vez estoy más integrada y ya piso por la calle con pies firmes y la gente ya apenas me mira y mi ritmo y carácter es poco a poco como alguien de aquí. Ya no miro ni ando insegura. Tanto es así que esta semana me han pasado dos cosas varias veces que me han hecho recapacitar:

- Como ya salgo de casa con el tiempo justo (ya no tengo los nervios del principio de que llego tarde a los sitios porque todavía no calculo los espacios y el tiempo), pues ando mucho más rápida, si cabe, y más de una vez he estado a punto de llevarme conmigo algún que otro escupitajo al querer adelantar a algún hombre que en ese momento iba más lento que yo. Pero, ¿cómo se puede ser tan cerdo y no morir en el intento? Lo siento, pero no he podido evitar mirarlos mal porque ellos no te preocupes que como es algo más que natural casi obligatorio, no te piden perdón o ponen cara de “uy, casi…”. Ayer vi por primera vez escupir a una chica. Todo se pega, menos la hermosura (aunque ya os dije que los hombres aquí de guapos… tienen poco… :) )

- No me han atropellado un par de veces porque he sabido pisar el freno antes: resulta que si cruzas una calle y un coche quiere entrar ya te puedes ir olvidando de que como peatón tienes preferencia; si cruzas y un coche también quiere cruzar pues cruza y esta semana un coche paso por mi lado a un milímetro de rozarme el abrigo. En estos momentos me sigue saliendo el español y a veces el alemán (ya sabéis que cuando me enfado no sé por qué pero soy alemana), total, no me van a entender de ninguna de las dos maneras.

El viernes que salí con mis alumnas a cenar que luego fuimos a un club a ver bailar a uno de los primos de una, como ya os conté, pues se me olvidó deciros que me subieron al coche de un amigo de ellas y vamos, experimenté en primera persona la velocidad y la imprudencia de los jóvenes al volante en Kazajstán. Yo me decía todo el rato: no te puede pasar nada, Ruth, vas con alumnas, todas monísimas, y no nos podemos morir aquí en medio de una ciudad de Kazajstán, un viernes por la noche… :) pero la verdad es que la situación no era para pensar menos. Íbamos a un sitio muy cerca, por eso accedí (aquí hacen como en España, que cogen el coche para cualquier cosa, con la diferencia de que aquí la gasolina no llega a las 60 pesetas el litro) pero vi con mis propios ojos como los coches adelantan sin poner el intermitente, van pitando todo el rato para ir avisando de que van, como pasan de los radares que hay colocados en la ciudad. La policía la verdad es que estaba trabajando y controlando documentos, el consumo de alcohol y la velocidad pero a nosotros no nos pararon. Una vez y no más, que soy la profe, che :)

Ahora que hablo de alcohol: ¿sabéis que si bebes leche de yegua, “kumis” (la de la foto que colgué hace un par de semanas) y la policía te hace un control de alcoholemia das positivo? Tiene no sé qué que hace que des un 0,3. Increíble.

Si seguimos hablando de ocio y vicios…: antes en Kazajstán estaban prohibidos las salas de juego. Ahora que son legales están por todas partes y todas las semanas descubrimos una nueva.

Tradiciones y dichos kazajos:

Estoy leyendo un libro sobre Kazajstán y me ha hecho gracia el dicho kazajo que dice que una persona llega al mundo en caballo y muere montada a caballo. En la bandera de Kazajstán hay dos caballos que forman parte del símbolo del país. Por eso antes, hace muchísimo años, cuando alguien moría también sacrificaban caballos y los enterraban junto a los cadáveres, para que abandonaran el mundo cabalgando.

Ya sabéis lo poco que me gusta la televisión en general (aunque el otro día me acordé de Aída y eché de menos algunas risas…) pero con los anuncios y los videoclips kazajos se pueden ver paisajes del país muy bonitos, trajes típicos o imágenes de la historia del país muy interesantes.

En cuanto a tradiciones culinarias creo que aún no os he comentado que siempre es la mujer de la casa la que sirve el té en la mesa, de manera que la tetera siempre está a su lado y sus ojos pendientes de ver qué taza se queda vacía para volverla a llenar sin preguntar. Después ya de varias visitas a casas kazajas aprendes a no beberte el té rápido si no quieres pasarte la tarde en el baño. Otra interesante es que cuando se come carne en la casa, siempre es el padre o el invitado (si el primero se la ofrece) quien se come la cabeza del animal, en este caso casi siempre de oveja. Si el padre muere será el hijo y así sucesivamente. Por fin una tradición que beneficia a las mujeres, aunque no a las mujeres invitadas :) .

Universidad:

Esta semana, como ya os he dicho, las clases han salido solas y los alumnos avanzan muy rápido. Como novedad quería comentaros que esta semana tuvieron lugar las tan esperadas y comentadas conferencias de estudiantes. Para los que no se acuerden: mi jefa me encargó que dos alumnas mías se encargan de hacer un trabajo de investigación con su posterior exposición (esto es lo que llaman conferencia) sobre un tema interesante en español. Después de mucho preguntar dos de mis mejores alumnas se ofrecieron medio voluntariamente, y digo “medio” porque al ver que nadie quería hacerlo se lo propuse a ellas con mi mejor cara y palabras hacia ellas y su nivel en español aparte de porque era cierto porque con ellas sería más fácil. Bueno, el trabajo escrito lo hice yo entero, pues les ofrecí yo toda la información pero ellas ni siquiera la leyeron y un día que quedamos para ver qué era lo que habían decidido escoger de todo lo que yo les pasé lo dediqué yo, sólo con la aprobación de sus ojos, a ordenar mi propia información. El tema que elegimos fue para una el de “las palabras internacionales” y para la otra “los prefijos griegos y latinos en el español”, todo relacionado con el inglés y el ruso, pues eso era lo interesante de ambos temas.

Bueno, el día de antes de las conferencias que quedamos para ver cómo iban a hacer la exposición oral en español las niñas no se presentaron así que yo me relajé y dije: que pase lo que tenga que pasar. El mismo día de la conferencia me convencieron para poner en práctica el trabajo y me dejaron boquiabierta: habían sido capaces de seleccionar la información más importante de todo el trabajo que yo misma había hecho y se lo habían aprendido tan de memoria que me emocioné al oírlas hablar tan bien y perfecto. Se habían preparado también unas tablas con ejemplos para enseñar a la gente sobre palabras internacionales y prefijos con ejemplos en varios idiomas. Estoy muy orgullosa de ellas y la verdad es que ahora están muchísimo más motivadas y hablan con más fluidez en las clases.

Lo hicieron perfecto y fue una lástima que yo no me llevara la cámara porque pensé que la cosa sería muy sería como para que una profe sacara una cámara como si fuera algo divertido. Pensé que iba a haber una comisión profesores que yo no conocería y que los alumnos iban a estar muy nerviosos pero luego me arrepentir porque mis propias compas de trabajo me preguntaron si me la había traído…Esta semana que es mi conferencia.. menudo book voy a hacer :)

Ganchillo:

Se me está olvidando!!!!!!!!! Llevo una semana sin hacer nada y tengo a la profe enfadada :) Aun así, me ha dejado unas revistas que me han dejado con la boca abierta al ver las virguerías que se pueden hacer con un poco de maña. Ahora me ha propuesto que haga un bikini en lugar de un jersey, dice que en Alicante poco voy a utilizar las lanas en invierno :) El bikini que me compré este verano con algún acabado en ganchillo ha sido, sin duda, otra señal más.

Antes de terminar por hoy os quería preguntar algo que nos preguntamos ayer los voluntario y yo cuando entramos a una tienda que es la copia de Media Marka aquí al ver las máquinas de afeitar y depiladoras puestas como para probar, como si fueran cámaras de fotos.. La verdad es que antes no me había parado a pensarlo pero ayer nos hizo gracia al imaginarnos a las kazajas haciendo cola para probar las silképils con las piernas a punto para ello :)

Mil besos desde una Shymkent un poquito más fresquita. Hoy es el primer dia que huele a invierno y la verdad es que para ser diciembre, lo echaba un poco de menos. No os quejaréis que llevo toda la mañana escribiendo para vosotros. Perdonadme que nos os mande por eso correos. No tengo tiempo para más. Aun así, no me olvido de ninguno de vosotros.

Ruth.

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