Recuerdo todavía como si fuera
ayer el día que conocí a Belén, la anterior lectora en mi universidad. Ella
llegó a Accra dos semanas después que yo. Hizo los tres años de beca posibles,
pero este año volvía con un contrato de la Universidad como profesora.
Nada más conocernos fuimos a
comer juntas con Yuri, el profesor de ruso. Hablamos de muchísimas cosas sin
parar, apenas sin comer ni tiempo. Cuando salíamos del restaurante, ella pronunció
las palabras que nunca olvidaré: “bueno, cuando lleves unos años ya lo tendrás
todo controlado”. ¿Unos años? ¿Cuántos? Pero si mi contrato es de un año y yo
acabo de llegar hace unas semanas… “Mi contrato es de un año, ¿no? Acabo de llegar
y todavía no sé si voy a renovar…”. Sus palabras fueron como un golpe para mí
en el estómago. Desde que llegué, cada día estaba siendo toda una aventura, con
mucha intensidad y aun estando allí sólo unas semanas, mi sensación era que
llevaba allí meses. Esas palabras de mi amiga que simplemente tenían la
intención de calmarme, me quedaron muy grandes.
Recuerdo cuando todavía como si
fuera ayer el día que fui a preguntar qué pasaba con mi permiso de trabajo con
la coordinadora del departamento. De camino al edificio donde se encuentra
inmigración, fuimos charlando y conociéndonos un poco más, porque con las
clases y las reuniones no habíamos tenido para hablar en privado. Juraría que
fue a finales de octubre, principios de noviembre.
-Si el año que viene renuevo,
intentaré estar más encima de los de inmigración –dije yo inocente.
-Como que si renuevas el año que
viene ¿no vas a renovar? –preguntó Maimouna con voz de asombre.
-Bueno.. es que sólo llevo un
mes, es muy pronto todavía para saberlo –contesté yo con la cabeza cabizbaja.
-Como no vas a renovar, pues
claro que renovarás. Las dos hemos empezado a la misma vez. Somos nuevas en
esto así que estamos juntas en esto.
No supe qué contestar pero fue la
primera vez, lo recuerdo perfectamente, que me sentía en casa con alguien
superior a mí en el trabajo. La sensación de familia y cercanía fue muy bonita.
Pero era pronto; era muy pronto para saber nada sobre mi futuro. ¿Cómo iba a
ser ya si quería renovar si aún no tenía ni mi permiso de trabajo para ese año?
Durante los primeros meses lo
hablé mucho con mi amigo y colega Joaquín, de España. Tenía curiosidad por
saber cuándo o si llegaría el día en el que iba a sentir que no me quería ir y
debía renovar pasara lo que pasara.
No recuerdo el día pero sé que
fue a principios de noviembre, cuando de repente un día, caminando por la
calle, sentí que pertenecía a este sitio, que era una más. De repente el tiempo
dejó de importar y la necesidad de saber si tenía que quedarme o no se había
desvanecido. Ya lo sabía. Recuerdo que tan pronto cómo lo supe avisé a mi
madre, para mí era una gran noticia, aunque no lo fue tanto para ella. Me
quedaría. No lo podía tener más claro.
En febrero, recordé que el plazo
para renovar la beca estaba al caer, si es que no se me había pasado. Confiaba
en recibir un correo por parte de AECID, pero los nervios me pudieron y
pregunté a una amiga, también lectora ahora en Guinea Ecuatorial. Le pedí que
me avisara en cuanto ella recibiera cualquier información. En ese momento,
pensé: “si se me ha pasado el plazo, me muero. No me puedo ir en dos meses de
aquí. No puedo”. Alguien me dijo: “si se te ha pasado el plazo, te puedes
quedar dando clases privadas”. No lo había pensado. Si se me pasaba el plazo,
encontraría la forma.
Esta semana se ha abierto la
convocatoria para renovar otro año más. Apurando hasta el último día por
cuestiones de trabajo, envié toda la documentación necesaria el jueves por la
noche. Apuré tanto que hasta AECID me envió un correo avisando de que el plazo
estaba a punto de terminar. Yo y mi manía de apurar al máximo. Sabía que iba a
llegar a tiempo.
El universo tiene un plan para
nosotros. No importa lo que hagamos. Nos asombraríamos de ver que aun
quedándonos quietos, las cosas que no tienen que pasar y todo lo que tenemos que
vivir pasan más tarde o temprano. El universo está en continuo movimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario