-Excursión a la montaña:
Mi pequeña Alua.
El tendedero de la casa. Nos quedamos a dormir en una noche en casa de una familia muy humilde y numerosa.
El baño de la casa. Yo ya estaba curada de espanto.
Bajamos toda la colina a pie pero la vuelta la hicimos en caballo. La experiencia no fue muy buena, pues el hombre de la foto, después de haber estado toda la tarde comiendo y bebiendo subió conmigo en el mismo caballo e intentó acercarse demasiado, aun así respetó mi negación y no tuve que insistir mucho para que me dejara tranquila.
Recuerdo un pueblo muy pequeño, muy humilde, con agua comunitaria para toda una comunidad de vecinos al final de la calle. Los niños eran un amor. La más pequeña de todos se iba comiendo las paredes, decían que por falta de calcio.
La madre de Kanat, junto con Kanat, Vicente y Joseph.
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