miércoles, 26 de noviembre de 2008

CUARTA SEMANA Y UN POCO DE CULTURICA

¡Hola a todos otra vez!

Esto lo escribi el domingo este pasado. Hoy ya es miercoles. Se me han quedado cosas en el tintero pero es que ya he empezado con las clases de ruso, he tenido alguna que otra visita y algun que otro papel que aun me queda por hacer... cuando llegan las 11 de la noche no puedo mas... este fin de semana os intentare actualizar!!!

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Ya domingo de nuevo… si es que el tiempo pasa volando… Ya hace un
mes y una semana que estoy aquí cuando hace nada os estaba diciendo que acababa de llegar. La verdad es que las cosas han cambiado desde que llegué; esta semana sobre todo. Si miro hacia atrás veo una primera semana que pasó muy lenta, súper intensa porque todo era nuevo y todos los días me pasaba algo distinto, pisaba sitios nuevos y estaba con gente diferente. Recuerdo que las horas no pasaban, no es que quisiera, pero mi cuerpo estaba cansado y dispuesto a irse a dormir cuando miraba el reloj y me daba cuenta de que sólo eran las cuatro de la tarde. La segunda semana pasó rapídisima, casi no me di ni cuenta porque las clases empezaron ya a funcionar (la primera semana estuve comprobando los niveles y expectativas de los alumnos) y entre papeles de inmigración y organizar las clases tuve más que bastante. La tercera semana recuerdo que no fue de las mejores, los papeles de la uni empezaron a quitarme casi todo mi tiempo, una tercera regla en solo un mes que hizo que me sintiera como una mamá que gasta todo su primer sueldo en pañales y alguna que otra diferencia con las normas de la residencia y la comandante hicieron que no pudiera estar al 100%. Aun así sé que no me he venido abajo y sabía que en cuanto me recuperara lo vería todo de otro color. A veces es difícil cuando el cuerpo no te deja estar como quieres. No he dejado de sonreír, de eso no me olvido, pero como me dice Vicente, “has estado tan cansada que no tenías ganas ni de hacerlo”. La semana pasada (la cuarta) y ésta que aún no ha terminado han sido muy buenas. Han pasado igual de rápido que las anteriores pero han pasado tantas cosas buenas que hasta mi cuerpo ha reaccionado y ha decidido darme tregua y el cerebro ya ha conseguido darme órdenes para sentirme sino como en casa, muy a gusto.

Como no quiero que os perdáis entre tanta divagación voy a ver si por puntos os aclaráis mejor y no os dormís entre párrafo y párrafo:

La uni:

Las clases progresan adecuadamente como la profe J. Es muy gratificante ver cómo los principiantes ya pueden decir cosas y cómo intentan hablar más de lo que saben y se motivan unos a otros. Algo curioso que ya me comentó alguien es que los kazajos, supongo que con los rusos pasará igual, tienen una gran facilidad para captar todos o casi todos los sonidos y tanto es así que mis alumnos me imitan cuando hablo pero es que no sólo me imitan, es que me imitan muy bien y aunque no entienden lo que he dicho (intento hablar todo en español, aunque las explicaciones gramaticales a veces me pueden y tengo que subirme al tren del inglés) lo repiten como si sí que lo hubieran hecho. Tengo una alumna que antes de que yo hable ya está ya dirigiendo al personal con órdenes que me oye a mí decir, ya sabe hasta corregir y mandar callar y todo…

Ahora a los principiantes, que ya estamos por el tema de la familia, les he enseñado algunas fotos de mi familia, mis gatos, perro y amigos y tengo que informaros que mis hermanos han triunfado entre todas las alumnas. Hasta les da igual que Dani tenga novia, no han dejado de preguntar y de interesarse. Yo que pensaba que las rasticas de mi Jorge les iban a asustar… pues no no, todo lo contrario.

Valerie me pidió que fuera a una de sus clases con los alumnos que estudian a distancia y que vienen sólo un par de semanas en el semestre para hablar con ellos en inglés. Todo el mundo en la uni sabe que yo soy la extranjera y ellas no iban a ser menos. No hablé mucho porque eran muy tímidas y tenían que dar clase, claro está, pero lo poco que pude decir quedó grabado por una de ellas desde el primer momento que abrí la boca. Era la primera vez PARA TODAS que veían a una persona de fuera.

Esta semana, como no sé por qué razón me van cambiando las aulas he tenido que bajar más de una vez a pedir llaves de aulas y ya los conserjes me conocen y me saludan. Son las primeras sonrisas, de agradecer, nada más entrar al trabajo. Ahora como me conocen y siempre pido la misma llave ya no me dejan ni tiempo para decir la frase que me he aprendido pero todo sea por una bonita y larga amistad laboral. J

En la cantina también me voy aclarando porque ya sé cómo se llaman las cosas que me gustan y aunque no sabría repetirlo como hacen mis alumnos, ya distingo la frase de “para comer aquí o para llevar” y “¿sólo quieres esto?”, así que estoy muy orgullosa. Muchas veces utilizo a algún alumno que también está en la cola para preguntar algún ingrediente o si esto o lo otro es dulce o salado porque donde menos te lo esperes te encuentras trozos de carne de oveja.., a la que todavía no consigo acostumbrarme mucho.

Los aseos aún se me hacen algo difícil de soportar, sobre todo hacer cola, cosa a la que me niego porque el olor es insoportable, ahora sí, lo de que la puerta no se cierre y te vea todo quisqui… está más que superado. El monedero a la boca y a empezar a bajar capas de ropa; algo ya más que natural.

A mi jefa intento evitarla, aunque sólo sea por la simple razón de que quiero mantener mi oído sano el máximo tiempo posible pero ella la verdad es que a mí no me saluda del todo mal. Ahora sí, como te cruces en su camino, que sepas que algo te va a mandar o que te va a volver a repetir cuáles son tus cosas pendientes por hacerle, darle o enviar a no sé qué comisión. Hoy, cuando he terminado mis clases, he entrado a coger el abrigo y estaban todas sentadas calladas como moscas: uno de una comisión llevaba todo el día sentado en el despacho de la jefa sacando fallos y más fallos. Yo he hecho como si nada y me he ido por donde había entrado. Qué suerte no entender nada, qué suerte a veces sólo estar aquí de paso J. Soy como de azúcar, el comodín extranjero.

Mis dos mamás en la Uni me cuidan en todo momento. En cuanto les conté mi problema con la regla en seguida me acompañaron a la farmacia a comprar todo un botiquín: vitaminas, ortiga en infusión y unas pastillas que acaban con la regla pero que yo no me tomé por inseguridad. Ahora estoy ya como una rosa J. Sigo con mis clases de ganchillo, esta semana os enseñaré mis progresos; Lili me ha dejado ya unos cuantos libros con los que espera que ya empiece a hacerme mi primer poncho… eso me pasa por ser buena alumna en las primeras clases. Me ha dejado un par de colores y mañana lunes quiere ver algún progreso. Creo que va a tener que esperar hasta la semana que viene J.

Los alumnos notan en seguida cuando estás mal, nerviosa, cansada o eufórica. Hoy (ya lunes 24) una alumna me ha visto cansada, pues llevaba como media hora intentando buscar una case libre para dar clase y estaba ya un poco cansada de tener que hacer siempre lo mismo y luego cuando me la he vuelto a encontrar en clase por la tarde me ha dicho: pero profe, si tú siempre estás feliz y sonriendo…mañana tienes que sonreir, por favor J. Algunos la verdad es que son súper bonicos.

Las profesoras jóvenes cada vez se van abriendo más o viceversa y ya habido algún finde que me han invitado a ir a la discoteca con ellas, sólo que yo andaba en la reserva de hierro y no estaba para mucho baile pero la verdad es que está muy bien trabajar con gente joven porque muchas cosas son parecidas y siempre son una alternativa más, además de que el ambiente que crean es muy sano, cuando la jefa no las marea demasiado.

La semana pasada fue el cumpleaños del hijo de la profesora que me invitó a pasar un finde en su casa (el niño de las fotos) y le regalé un libro y a su hermana otro libro para que pintara, algo que hizo por todas mis libretas y libros J. Su madre me dijo que les gustó mucho; como agradecimiento me trajo al día siguiente una bolsa con fruta y dulces. Son gente verdaderamente agradecida.

Comida:

Los medios días intento ir al restaurante de mi otra mamá aquí en Shymkent. No hay manera de conseguir pagar lo que como pero por lo menos ahora ya viene y me pone un precio. El otro día, después de pasar un par de horas con Lili haciendo ganchillo y comentando lo que debo comer que tiene hierro o dónde comprar higado decente en la ciudad, etc. fui a comer allí y pedí lo de siempre pero la mujer vino, me miró y le dijo a la camarera algo así como que eso no, que mejor otro plato. Cuando vino la camarera con un plato de hígado cocinado os podéis imaginar mi cara de estupefacción. Yo a la mujer no le había dicho nada de lo que me pasaba, más que nada porque mi ruso no da para tanto, y ella sin yo decirle nada me calzó con un buen plato de hígado. Mi cara aún se desencajó más cuando vino su hija, le conté lo sucedido y me dice que no sólo era hígado, sino que también era corazón. Yo ya ni pregunté de qué animal. Para qué… El plato estaba ya en el estómago e hizo efecto porque ni cené ni tuve fuerzas para desayunar al día siguiente. Me parece que una vez a la semana me va a tocar comer un platito de esos.

Las cenas las hago en casa y ahora casi siempre intento comer ternera para subir el hierro y en los desayunos me como media frutería así que familia, no os preocupéis que la tripita va engordando y en nada, como bien dice Lili, voy a parecer una bola de billar.

Idiomas:

¡Ya he encontrado profesores de ruso! El otro día en la Iglesia católica pregunté y me han buscado a una chica que estudia en mi Universidad, que no es profesora pero tengo la ventaja de que sabe español e inglés. Lili también me ha localizado a la profesora que estaba muy interesada en enseñarme ruso y que yo le enseñara español a su hija, así que parece que la semana que viene ya voy a poder empezar con las clases. Me han comentado, y para mí mejor porque necesito un intensivo, que mejor al principio probar con varios hasta encontrar el que o la que más me apañe, pues mucha gente se ofrece a dar clases por el dinero pero luego no saben enseñarlo. La semana que viene ya os cuento mis progresos.

En cuanto el inglés estoy muy contenta porque alguna vez que otra he soñado en inglés y la verdad es que a mis amigos americanos sólo los veo un par de veces a la semana pero capto los acentos rápido y estoy muy contenta de poder seguir manteniéndolo fresco aun estando aquí. Otra cosa es que la verdad es que el inglés sí que me está sirviendo para sobrevivir porque Shymkent es una ciudad de estudiantes y sobre todo donde yo vivo y por donde me muevo y en casi todos los sitios hay alguien que lo chapurrea. Hay otros sitios en los que no pero los contextos me ayudan muchas veces a saber más o menos de qué va el asunto y la verdad es que espero en un tiempo entenderlos más.

Hay un chico kazajo que al oírme hablar inglés en un ciber creyó que yo era nativa… ahora por lo menos somos amigos y cuando podemos quedamos y practica él el inglés y yo me entero de cosas súper interesantes sobre la cultura kazaja. De momento necesita ampliar mi círculo, sobre todo con autóctonos, que nunca se sabe cuándo te van a tener que sacar de algún apuro.

Cultura y gente:

La oportunidad de vivir en el país te da la ventaja de aprender siempre todo con información de primera mano, a través del relato de una experiencia en primera persona, que si bien no es objetiva, es una versión de la realidad mucho más cercana de la que uno como extranjero que lo desconoce todo puede tener. El otro día, en una de mis clases de ganchillo, Lili y Valerie estuvieron contándome cómo fue la situación en Kazajstán, o en el mismo Shymkent, justo después de la independencia, en 1991. Todo de repente se acabó, cosa que nadie imaginaba; se quedaron sin luz, sin agua, sin calefacción y sin alimentos y nadie sabía cuando iba a volver la situación a la normalidad. Al preguntarme y yo ser capaz de decirle alguna fecha concreta de cuándo pasó una cosa o la otra en su país o a nivel mundial, ellas dicen que no pueden hablar de fechas, ni de cuánto pudo llegar a durar todo, pues la situación los aisló tanto de todo que han perdido la noción del tiempo.

El ejemplo de la profe con la que me quedé el finde y el regalo de comida que me hizo cuando le regalé los libros a sus hijos es otro ejemplo. También este fin de semana he comido en casa de una alumna y su madre al irme me regaló una bolsa con manzanas. Me volvieron a repetir, ya lo hicieron al principio de curso, que me quedara a vivir con ellos y que siempre sería bienvenida.

Otras cosas que me han parecido interesantes estas últimas semanas han sido por ejemplo el hecho de que el turismo aquí no está nada, todavía, explotado y por esa misma razón, todavía tienen un cierto aprecio hacia los extranjeros. Si bien es que la primera impresión que pueden causar es de desconfianza a lo desconocido, de la misma manera que nosotros podemos hacer con cualquier extranjero en España del que no conozcamos su procedencia, una vez te ven varias veces empiezan a dejar entrever cierto interés por tu cultura, por ti. Los kazajos siempre han tenido fama de ser personas hospitalarias pero puede que gran parte se deba a esto. Supongo que dentro de unos años el turismo será algo más normal y llegará un momento en que ni se inmuten cuando un extranjero compre manzanas en la misma frutería que ellos, pero por ahora se puede decir que su grado de hospitalidad aumenta y es mucha la gente amable y simpática hacia algo o alguien que nunca habían visto o que ni siquiera tienen ganas de hacerlo, cosa a la que también tienen derecho. Yo juraría que soy la única española de la ciudad y eso dice mucho. Como ejemplo tengo mi frutera, de la que ya os he hablado alguna vez, el ciber donde voy a Internet, donde siempre me ayudan y me saludan por la calle y la tienda donde voy a recargar el móvil kazajo. El primer día nada, pero el segundo ya el guardia de la tienda preguntó de dónde era y estuvo un buen rato explicándole al otro guardia qué era un matador y un toro, por iniciación propia, además de decirme que los hombres de Kazajstán son muy guapos y que aquí voy a encontrar marido seguro. No hace falta que os recuerdo que aquí sienten un poco de pena por mí: tengo veinticinco años y todavía no estoy casada…

Otros detalles que me han llamado la atención, sobre todo en la calle son:

-La gente mayor se gana la vida como puede y ya he encontrado a dos mujeres, cuyos trabajos consisten en uno pesar a la gente con un peso en medio de la acera y el otro vender las pipas que quepan en un vaso tan grande como el de un chupito…

-Llevaba varios días mirando al suelo mientras caminaba y me extrañaba porque yo siempre ando mirando el cielo…y al final he caído en la cuenta por qué lo he estado haciendo; resulta que aquí los hombres se pasan el día escupiendo en el suelo y sonándose los mocos al más puro estilo futbolista. Es una suerte que no haga viento cuando paso por el lado y ahora entiendo también por qué se limpian tanto los zapatos.

-No he visto a nadie todavía paseando a perros por la calle aunque sí que hay muchos perros vagabundos. Tampoco he visto a mucha gente vagabunda, como por ejemplo había en Alemania.

Televisión:

Supongo que sabréis que a mí la tele no me gusta nada y que por no verla no la veo ni en español. Aquí no voy a ser menos pero cuando estoy haciendo otras cosas la dejo enchufada porque aparte de hacerme un poco de compañía, por lo menos oigo el acento y voy cogiendo palabras sueltas. Como cuando llegan los anuncios hacen lo mismo que en España, he visto algunas cosas que me han llamado mucho la atención:

- Me he dado cuenta de que no hay anuncios de preservativos por ningún lado, en cambio hay mil y uno de diferentes tipos de té.

- Marcas muy conocidas adaptan sus anuncios internacionales a las tradiciones del país. Tenemos uno de “activia danone” en el que aparece una mujer claramente kazaja cocinando platos típicos kazajos.

- Hay una gran cantidad de anuncios machistas muy parecidos a los que había en España hace unos años. Hay uno en el que el hombre llega, se sienta en la mesa, abre el periódico y pone cara de esperar a que su mujer, que está en la cocina, le ponga la comida en el plato.

- No me he podido apuntar a patinaje sobre hielo, la gran petición de mi madre, pero me hizo gracia ver que aquí están haciendo un “mira quién baila” pero sobre hielo. Alguna vez lo he visto, mama, pero creo que con el ganchillo y el ruso… me puedo dar con un canto en los dientes.

-Anuncios para anunciar una pasta de dientes en los que en España utilizarían los dulces o las golosinas como el alimento más lógico que produce caries… aquí me hizo gracia ver el anuncio de una niña que tiene que ir al dentista porque pone mucho azúcar en el té.

- El otro día escuché a una kazaja cantando “Bésame mucho”.

Se me han quedado varios puntos en el tintero y de hecho hoy ya es martes, no domingo, pero voy a intentar subir esto y esta semana os escribo lo pendiente y cositas nuevas que ya tengo muchas.

Mil besos y estamos en contacto.

Ruthiki.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que estaba deseando volver a leer cosas tuyas y del "ahora tu pais de acogida". Me encanta ver que estas mejor y más adaptada. Hoy era el cumple de tía y prima. Un abrazote. Con estos tus comentarios te siento muy cerca. MMMMMMMMMMuuuuuuuuuuuuuaaaaa

Anónimo dijo...

La de antes, de salamanca

Ruthiki dijo...

Muchas gracias tia. Ademas de que eres una de las fieles al blog y eso se agradece :)

Tia y prima espero que recibieran mi sms de felicitacion. Interes le puse :)

Mil besos a todos desde un Shymkent sin abrigo!!

Ruth.