Fui a la resi y cuando llegué
Mientras pensaba: ya está, tranquila, no te queda otra coge todo y ale, a ver dónde tengo yo bolsas, dónde tengo cajas, etc. etc. me tocaron a la puerta; tres hombres me preguntaban si podían pasar a lo que yo contesté que no, que tenía una hora sólo para recoger y estaba ocupada (ole mi ruso..) y me dicen, no, no si será un momento.. y los tíos entran y se ponen a colocar un reloj todo curioso en una de las habitaciones y debe de ser que el resto aprovecharon para hacer lo mismo, pero estos (las mismas mujeres que limpian todos los días) se pusieron a descolgar cortinas, poner yeso y colgar cuadros. No me dio tiempo ni a reaccionar, en menos de una hora ya estaba en la habitación nueva.
Antes de salir al sitio nuevo vi cómo colocaban dos plantas enormes en la entrada y parecía que todo Shymkent había sido contratado para lavarle la cara a la residencia. Resultó ser que la misma comisión que luego vendría a mi departamento (desde Astaná, nada más y nada menos) iba a venir a la resi a comprobar que todo estaba en orden y como debe de ser que no lo estaba pues supuestamente nos echaron a todos para poder hacer las reformas necesarias. Me dijeron que a los otros vecinos del pasillo los habían mandado a la misma resi pero a una de las plantas de arriba pero a mí me mandaban a otra. Fue gracioso ver cómo antes de irme, la comandante sacó una libreta dónde se había apuntado todo lo que mi habitación tenía cuando me la dieron y al ver que no había nada en la habitación se puso como un obelisco. La chica de Internacionales, mientras yo recogía las cosas del baño, había recogido las cosas de la cocina y metió también todo lo de la comandante.. bueno, bueno y bueno, después de haber embutido todo en el coche del chico, nos tocó volver a buscar y abrir bolsas para sacar un jarrón y unos cubiertos. Yo me había cogido una manta por si acaso, la iba a devolver, pero no estaba dispuesta a dormir con el culo al aire; no tenía ni idea adónde me llevaban.
Cuando llegamos a la nueva resi, justo al lado por cierto de dónde viven mis amigos del ciber, nos recibió la nueva comandanta y nos enseñó la habitación. No estaba mal, a excepción de que compartía baño y cocina con otras personas, aunque ahora de momento estaba yo sola. Lo malo era el colchón, que como en la otra al principio, dormir en esa tabla o en el suelo era lo mismo, y que era un primero, donde veías y te veía todo el mundo. Dejamos todas las cosas encima de la cama y me fui al centro. De lo último que tenía ganas era de empezar otra vez a organizar cosas. Fui a Internet a contar qué había pasado y hablando con Benya caímos en que podía intentar vivir con la familia de mi profesora de ruso ya que siempre habían querido, desde que me conocieron, que me fuera a vivir con ellos, sólo sería un mes y sería beneficioso para las dos partes, ellos recibirían dinero que lo necesitan y yo estaría en contacto con el ruso todo el día y no empezaría otra vez sola en un sitio.
Volví a la resi y mientras iba hablando con mi amigo al que le estaba contando que ahora íbamos a ser vecinos, me encuentro con los bomberos en la puerta de la resi, con mangueras en mano y a punto de entrar a apagar algún fuego. Lo primero que pensé “ay que nada más llegar ya la he armado”, pero luego pensé que no me dio tiempo a encender nada. En estos momentos la verdad es que pensé que menudo corto podría hacer con sólo estas dos horas que habían pasado en mi vida y la verdad es que empecé a reírme porque era ya mucho para mi cuerpo por ese día. Me quedé fuera y mientras le decía a mi amigo en ruso que no podía entrar, que los bomberos estaban en la puerta, una pareja que me escuchó me dijeron que sólo estaban haciendo prácticas… SIN PALABRAS.
Mi amigo vino y nos fuimos a cenar cerca, la verdad es que, había comprado cena para llevar, pero no tenía muchas ganas de ordenar nada. Antes de las 23h ya estaba en casa porque me dijeron que después de las 23h cerraban la puerta y no abrían a nadie. Cuando llegué otras dos chicas (madre e hija yo creo) estaban en una de las habitaciones de al lado. A ellas también las habían mandado aquí, pero sólo estuvieron un día en Shymkent, para unas conferencias y al día siguiente se volvían a Pavlodar, al norte del país. Estuve un rato hablando con la hija y pasamos un buen rato explicando toda la aventura. Pensé que en esta residencia a lo mejor podría conocer a más gente pero al mismo tiempo, ésta era la resi de los estudiantes y no tenía muchas ganas de tener mucho contacto con estudiantes, sobre todo después de que al día siguiente, cuando salía para ir al trabajo, unos estudiantes que estaban en la puerta, se dieron cuenta que era nueva y empezaron a gritarme cosas las cuales me alegro no haber entendido.
Me fui a trabajar y después fui a clases de ruso. Sólo estaba Banu (la yerna de mi profesora) y cuando le conté lo sucedido no me dio tiempo ni a plantear mi alternativa. Cuando vino Gulmira, Banu le dijo que iba a vivir con ellos y no pusieron ninguna pega. Yo quería mudarme a partir de la semana siguiente porque no quería molestar ni meterles prisa pero ellos me dijeron que lo hiciera ese mismo día. No di ni clases, me dijeron que les enseñara a hacer una tortilla de patatas y eso hice. Después quedé con Kanat y fuimos a hacer la mudanza. En tres viajes lo tuvimos todo en mi nueva casa.
Así que ahora estoy viviendo con una familia kazaja, hoy hace una semana. La verdad es que ha sido hasta mejor. Me ha costado convencerles de que quería pagar por la habitación y la comida y una vez conseguido estoy muy cómoda. Hablo ruso siempre con ellos y Banu, a veces me dice algo en español o inglés que aprende con canciones. La experiencia va a ser muy buena y sólo va a ser un mes. Somos cinco: Gulmira, su hijo, su mujer Banu y una Alua, que ya habéis visto en fotos, la hija de estos de seis meses. Este fin de semana pasado me enseñaron a cocinar platos típicos y ellas ya son unas expertas en hacer tortillas. No hace falta que diga que en mes voy a engordar más de lo que he engordado yo sola en siete meses porque si tenemos en cuenta que ya el primer día me dieron lentejitas para desayunar… :) y eso me pasa por decir que tengo anemia…
Este finde íbamos a ir todos a Mierke, entre Taraz y Almaty, en la montaña, pero el tiempo no ha acompañado. Me alegro de que al final haya salido bien e incluso mejor de lo que habría sido, aún le voy a tener que agradecer a la comandanta o a
Ahora llego tarde casi todos los dias, es lo que tiene el vivir a un minuto del trabajo, porque el piso esta en el mismo edificio que el piso en el que vivi con Benya en Navidades y esta justo detras de
Ya veis, el blog cada mes mejora en aventuras y quién sabe lo que puede pasar en el último mes y medio que me queda, yo sólo puedo esperar y recibirlo con los brazos abiertos :) Pase lo que pase, que sepáis que vais a estar informados. :)
Aqui os dejo un par de fotos de la aventura nomada. Se creen que en Europa somos como ellos que nos gusta mudarnos cada dos meses :)
No perdais de vista a como cubri las ventanas. Era un primero y veia y me veia todo el mundo.
Aqui tenemos la primera tortilla kazaja :)
Asi quedo :) Banu le quiso poner ajos tiernos tambien y por eso ese color a perejil :)
Mi pobre Kanat, siempre tan dispuesto :)
Aqui estan mis dos amigos ayudanadome a llevar al colchon. Kanat se le ocurrio pasar por en medio de la uni y fue una risa porque todos los jovenes nos miraban y lo mejor de todo fue que me encontre a una amiga y como siempre yo, le grite que me ayudara y entonces nos miraron mas y bueno, que nos lo pasamos super bien gracias a la comandanta :) que me tiro de la resi :)
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